El Perú crecería alrededor de 6.7 por ciento el próximo año, pese al efecto de la crisis mundial iniciada en Estados Unidos, ocupando el primer lugar en el ranking de proyecciones económicas con relación al resto de países de América Latina, refirió hoy el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
En tal sentido, al dinamismo económico proyectado para el Perú durante el próximo año, le siguirían, según The Latin Focus Consensus Forecast, Uruguay (5.1 por ciento), Bolivia (cinco por ciento) y Paraguay (4.5 por ciento).
Mientras que en las proyecciones más bajas de crecimiento las registrarían México (dos por ciento) y Ecuador (2.9 por ciento).
En el caso de los países que oscilarían con dinamismos económicos de alrededor del tres por ciento estarían Argentina (3.8 por ciento), Colombia (3.8 por ciento), Venezuela (3.7 por ciento), Chile (3.6 por ciento) y Brasil (3.5 por ciento).
Sin embargo, la CCL proyectó que en un escenario optimista, bastante improbable que se dé por las características de la crisis mundial, el crecimiento económico para el Perú al cierre del próximo año podría ascender hasta 7.7 por ciento.
Dijo que para que ello ocurra el contexto internacional se tendría que caracterizar por la confianza de los mercados bursátiles a raíz de la decisión de los gobiernos de inyectar capital para salvar a la banca privada y a las grandes corporaciones.
Consideró que a ello se sumaría el posible impacto positivo en los agentes económicos que puede generar la elección de Barack Obama como nuevo presidente de Estados Unidos y el éxito de su paquete de estímulo económico adicional al programa de rescate anunciado por el actual presidente George Bush.Todo ello podría calmar los mercados bursátiles y mantener una aceptable tasa de crecimiento de la economía estadounidense.
Si se da un escenario pesimista para el 2009, el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la CCL proyecta que la economía peruana crecerá solamente 3.1 por ciento.
No obstante, precisó que ello sólo ocurriría si la crisis mundial se muestra más aguda y sus efectos se extienden por más tiempo de lo estimado; además si se registra un agudo enfriamiento o una contracción en la economía estadounidense. "Las últimas previsiones sobre la economía de Estados Unidos, Europa y Japón cada vez son más negativas. Eso también está llevando a que China y la India que eran los dos países emergentes que lideraban el crecimiento económico en dicho grupo registren una mayor desaceleración a la prevista en los niveles de producción", manifestó.
De ser así, el efecto negativo en la economía peruana se traduciría en un descenso significativo en la actividad exportadora, que implicará menores divisas hacia el Perú.
Esto se complicaría aún más si se considera que el 70 por ciento de los productos exportados son commodities, es decir, productos que hoy registran caídas en sus precios como ocurre en la minería. "El escenario pesimista lleva a que la desconfianza y los riesgos de prestar sean mayores. Las líneas de crédito en el exterior serían más caras y por tanto difíciles de obtener. Así que el fondeo afuera sería más complicado, lo que encarecerá el crédito en la plaza local", manifestó, al advertir que ello también afectaría a las inversiones proyectadas.
Andina
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